Prólogo
Una niña. Ha nacido una niña. Están en el hospital, se oye a alguien llorar. Más bien, a un niño llorar. La médica la coge y la sostiene en sus brazos, mientras esta sigue derramando lágrimas. Su madre está en la camilla, exhausta, cansada. La doctora mira a la recién nacida. Una niña, si, muy normal. Pero tiene algo peculiar, algo asombroso. La chica la observa, con los ojos muy abiertos. Un poco más y abre la boca de par en par. Nunca en su vida, había visto a alguien así. Había visto casos peculiares pero nunca como este. Esta niña demostraba que podían existir personas así, con esos ojos…
Se lo da a su madre, ella la mece en sus brazos, sus miradas se cruzan. Madre e hija se observan, ella sonríe con tristeza. Su padre llegó a la sala y se acercó a ellas. Los dos la miran, la mujer le dedica una mirada llena de mucha información al padre. Este parece entenderla. Vuelven a observar a su hija, esta los mira entre lágrimas. Sus ojos relucen como estrellas, sus ojos de color violeta. Un violeta hermoso. Su madre sabía lo que pasaría, sabía lo que haría de mayor, la responsabilidad que tendrá, y que algún día se lo tendría que decir. Decidida, su madre le otorga su nombre. El nombre que marcaría su vida. La llamaron, Violeta.
Bueno, me presento como Andrike, soy una joven escritora (...). Es mi primera historia, así que espero muchas sugerencias, quejas y alabanzas ;)
Seguiré escribiendo pronto, un saludo.
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